(Dr. José Bustillos)

Los florecimientos algales en México  se han documentado, de manera anecdótica, desde los tiempos de la conquista por parte de los españoles. Por ejemplo, el Golfo de California considerada “Isla” de Baja California, se le refería como el Mar Bermejo ya que el explorador Francisco de Ulloa se impresionó por el color rojo del plancton de sus mares. Este color era por la presencia de florecimientos algales. De manera científica, las primeras descripciones de este fenómeno en nuestras costas vienen de un evento que ocurre en la región sur de las grandes islas durante un crucero que realizaba una institución americana (Universidad de California). De este fenómeno se colecta material y se describe la especie productora de toxinas paralizantes Gymnodinium catenatum. Otras descripciones de investigadores extranjeros detallan fenómenos en las regiones de Punta Eugenia en B.C.S. así como en la región costera de Sinaloa por el investigador español en el exilio Fernando Osorio-Tafall en 1942.

Quizás uno de los eventos de nuestras costas más conocidos a nivel mundial es el que sucedió en las costas de Sinaloa en 1979 y reportado por el investigador Lawrence Mee y sus colegas. Este evento fue de gran extensión (al menos 200 km) y estuvo presente en forma de “manchas “alargadas” de 100-400 metros de largo por unos 20 de ancho, resultando en daños importantes y muerte de al menos 3 niños que consumieron bivalvos contaminados. Afortunadamente, las instituciones encargadas de la salud pública confiscaron los productos obtenidos de la pesca e implantaron una veda sanitaria impidiendo un mayor impacto.  La especie responsable de este envenenamiento fue el dinoflagelado G. catenatum.  Históricamente, la zona de Mazatlán ha sido escenario de eventos de esta especie. Otros eventos de FAN de esta especie se han venido dando en las costas de Baja California Sur, Colima y Guerrero.

Otra especie importante, también productora de toxinas paralizantes y que se ha registrado en nuestras costas es Pyrodinium bahamense aunque su incidencia es mayor en aguas cálidas del sur de nuestro país costas de Michoacán, Guerrero, Oaxaca, y Chiapas. Es la especie que más intoxicaciones y muertes ha causado en nuestro país. Por ejemplo, en el evento que ocurrió en el año de 1995 en las costas de Guerrero y Michoacán se asoció a mortalidad de peces y tortugas.  Tanto G. catenatum como P. bahamense son responsables de envenenamiento y muertes de personas en las costas del Pacifico Mexicano (Tabla I).

AñoIntoxicacionesDefuncionesLugar
1979173Mazatlán, Sin.
198572Acapulco, Gro.
1988100Mazatlán, Sin.
1989993Costa de Oaxaca
199221Puerto Madero, Chis.
19951386Acapulco, Gro.
20013Corralero, Oax.

En las costas del Golfo de México, la especie que más impacto ha causado es sin duda la especie productora de brevetoxinas, Karenia brevis (Fig. 4), esta especie ha sido la causa de mortandad masiva de peces, irritaciones en las vías respiratorias en humanos así como intoxicaciones por consumo de moluscos contaminados. Su distribución va desde Tamaulipas, hasta las costas yucatecas. Desafortunadamente y a pesar de ser de gran importancia, esta especie ha sido poco estudiada en nuestras costas y se  necesita definir con precisión las condiciones ecológicas que se relaciona con su presencia.

Las especies productoras de veneno amnésico en nuestros mares pertenecen a las diatomeas del género Pseudo-nitszchia spp. (Fig. 5). En nuestras costas se han identificado al menos 21 especies de las cuales al menos 10 son potencialmente toxicas -5 especies en el Pacífico (P. australis, P. brasiliana, P. fraudulenta y P. pungens)  y 7 en la región del Golfo de México (P. australis, P. calliantha, P. cuspidata, P. galaxiae, P. australis, P. pseudodelicatissima y P. pungens) aunque no en todas se ha logrado determinar la producción de la toxina.  Una de las primeros reportes asociados a intoxicaciones a esta especie fue la descrita en 1997 para la zona del sur de Baja California (Los Cabos) donde se demuestra su letalidad en aves marinas (pelícanos y cormoranes) que mostraron un comportamiento anormal así como mortalidades importantes y presencia de frústulas y ácido domoico en su estómago. También se detectó ácido domoico en peces (macarela y sardinas) que forman parte de la dieta de estas aves por lo que se les considero como los posibles vectores de la toxina. En el 2002, Pseudo-nitszchia sp. se asoció a los síntomas y mortalidades de lobo marino encontrados en las costas de Baja California. Mortalidades masivas de aves y lobos marinos en 1995 y 2004 se han asociado también a florecimientos de estas especies aunque no se demostró evidencia contundente de esta asociación.

Figura 5. Pseudo-nitszchia sp. Diatomea productora de ácido domoico.

A la incidencia de especies antes expuestas, tendríamos que sumar ahora los nuevos problemas emergentes y riesgos potenciales de florecimientos en nuestras costas. Estos problemas se asocian a especies “poco” comunes pero que de acuerdo a lo reportado representan un riesgo potencial. Especies como Akashiwo sanguinea, Ceratium furca, Gambierdiscus spp, Ostreopsis spp., etc. Mención aparte, por su potencial riesgo directo a la salud humana destacan las especies de agua dulce particularmente cianobacterias. Para ilustrar esto último basta mencionar la detección (2010) reciente de toxinas del tipo paralizante en el lago de Catemaco en Veracruz asociado a la cianobacteria  del genero Cylindrospermopsis spp. También se encontraron en la carne del caracol Pomacea patula catemacencis, ampliamente conocido como tegogolos y consumido en cocteles (Fig. 6).

Figura 6.- El Tegogoglo –Pomacea patula catemacencis– es un caracol endémico de la Laguna de Catemaco y los cocteles preprados con el mismo son una de las especialidades gastronómicas de Catemaco Veracruz, México

Bajo esta pequeña reseña de la situación en México es claro que hay mucho que hacer con respecto al estudio de los FAN. Desafortunadamente, los apoyos para estos estudios son pocos además de que la masa crítica de investigadores en el tema es baja. Es necesario establecer planes de monitoreo a largo plazo y mayor cobertura geográfica en aquellas zonas donde el fenómeno es reincidente. El apoyo para la creación de laboratorios con una cobertura analítica de las toxinas más importantes (Toxinas paralizantes, amnésicas, brevetoxinas, amnésicas, ciguatoxinas, etc.) debería también ser una prioridad. Son necesarios, además implementar estudios multidisciplinarios  donde se aborden cuestiones básicas de ecología, bioeconomía y toxinologia de los FAN que serán, sin duda, herramientas fundamentales para entender los efectos, causas y, sobretodo, prevenir sus efectos a corto plazo.

Lecturas recomendadas

Band-Schmidt, C.J., J.J. Bustillos-Guzmán, D. López-Cortés, I. Gárate-Lizárraga, E.J. Nuñez-Vázquez, F.J. Hernández-Sandoval. 2010. Ecological and physiological studies of Gymnodinium catenatum in the Mexican Pacific: A review.  Marine Drugs 8: 1935-1961.

Band-Schmidt, C.J., J. J. Bustillos-Guzmán, D. J. López-Cortés, E. J. Núñez-Vázquez,  F. E. Hernández-Sandoval. El estado actual de los florecimientos algales nocivos en México. Hidrobiologica 21(3): 381-413 (2011).

Berry, J.P., O. Lind. 2010. First evidence of “paralytic shellfish toxins” and Cylindrospermopsin in a mexican freshwater system, Lago Catemaco, and apparent bioaccumulation of the toxins in “tegogolo”snails (Pomacea patula catemacensis). Toxicon 55:930-938.

Núñez-Vázquez, E.J., I. Garate-Lizárraga, C. J. Band-Schmidt, A. Cordero-Tapia,D. J. López-Cortés, F. E. Hernández-Sandoval, A. Heredia-Tapia y J.J. Bustillos-Guzmán. 2011. Impact of harmful algal blooms on wild and cultured animals in the Gulf of California. J. Environm. Biol. 32 (1/2): 413-423.

V. L. Trainer , S. S. Bates , N. Lundholm, A. E. Thessen, W. P. Cochlan, N. G. Adams y C. G. Trick. 2012. Pseudo-nitzschia physiological ecology, phylogeny, toxicity, monitoring and impacts on ecosystem health. Harmful Algae 14:271-300.

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